30/7/21

NACIÓN CANARIA, nuevo cauce.

                                 


Nación Canaria continúa trabajando en la red y puedes seguirnos en: 


Twitter: www.twitter.com/NacCanariaTw 

Facebook: www.facebook.com/blognacioncanaria

Instagram: www.instagram.com/nacioncanaria


8/3/15

Fin de un ciclo

Autor. B. Romain


Cerca de cumplir una década hemos decidido poner punto final a nuestra labor. Desde 2006 han pasado muchas cosas en nuestro país. Es más, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que, y que nos disculpe la osadía Guerrilla Urbana, hay novedad en la colonia

 Si bien el panorama Político institucional en el país canario sigue estancado, se observa una mayor madurez política y la consolidación de una conciencia nacional seria en algunos sectores de la sociedad canaria. Pero no se debe caer en falsos triunfalismos, la maquinaria del imperio no ha parado en su labor de asimilación y manipulación de nuestro pueblo. Por otro lado, circunstancias propicias como los actuales, en las que además se ha combinado con el trato radicalmente colonial del Gobierno Español con Canarias, no han podido ser aprovechada por un movimiento nacional popular canario que casi es inexistente en los tiempos que corren. Por último, la carencia de una conciencia nacional nítida, el desarraigo y desconocimiento de la sociedad canaria sobre sí misma y su realidad hacen el resto. 

"Si los canarios tomaran conciencia nacional sólida, ganaran autoestima y confianza esta nación sería invencible. Lo sabe el imperio y en su siembra preventiva emplea todos sus esfuerzos. "

Así entendemos la carencia total de voluntad real de liberación de Canarias de un independentismo tradicional que parece contento anclado en viejos rituales y consignas vacías. Si los canarios y canarias tomaran conciencia nacional sólida y ganaran autoestima y confianza en sí mismos esta nación sería invencible. Esto lo sabe el imperio y en su siembra preventiva emplea todos sus esfuerzos. Mientras tanto, muchos nacionalistas e independentistas canarios se aíslan de la realidad en sus guirreas infantiles por el tejado de una casa de la cual no han construido ni los cimientos. 

 No hay atajos, la ola de las descolonizaciones pasó hace ya décadas. La realidad es que estamos solos y que sin un pueblo concienciado y con autoestima sólo queda la dominación extranjera y la asimilación de nuestro pueblo, es decir, la desaparición de la nación. La batalla por la conciencia y la construcción nacional es ineludible para conquistar una genuina soberanía nacional o, al menos, persistir como pueblo en el futuro. Esta batalla pasa por desplegar una inmensa labor pedagógica, formativa y de forjar un pensamiento autocentrado, propio, nuestro. 

"Sin un pueblo concienciado y con autoestima sólo queda la dominación y la asimilación, es decir, la desaparición de la nación. La batalla por la conciencia y la construcción nacional es ineludible para conquistar la soberanía nacional,"

 Desde este humilde espacio en la red hemos tenido siempre claro que los medios de comunicación son fundamentales en esta tarea. Y en este ámbito si hemos podido ver el mayor avance. El estudio, la formación, el respeto, el apoyo a los nuestros, las sinergias, la difusión, rebatir las ideas y tópicos etc. Son una tarea que nunca podremos obviar, máxime cuando se trata de concienciar a un pueblo, es por todo ello que son los valores que siempre hemos defendido. 

 Sabíamos que internet era –y es- una oportunidad histórica que había que explotar. Somos una nación, a pesar de bastante homogénea, profundamente fragmentada en un archipiélago abrupto y una diáspora dispersa en otros continentes. Internet, para naciones y pueblos como el nuestro, constituye una herramienta de comunicación de primer orden. En consecuencia, nos pusimos manos a la obra desde que fue posible sin ser expertos en creación y gestión de páginas webs, inspirados en medios como LIBERACIÓN, El Guanche y Canarias Nación que ya desafortunadamente habían decaído. 

 Echando la vista atrás podemos estar orgullosos ya que, con el tiempo, otros proyectos han comprendido esta necesidad y la aspirada Gofiosfera es toda una realidad. Canarias ya está mucho más presente en la red que nunca en diversos ámbitos que abarcan desde la cultura, la economía hasta la política. No obstante, aún queda mucho por hacer; el poderío de los mass media españolistas son una realidad también bastante consolidada. Un terrero al que, si decidimos salir a bregar, debemos tener en cuenta que debemos atesorar no sólo la fuerza que nos da la voluntad, sino la maña que nos da la inteligencia, seriedad y pragmatismo. 

 Nación Canaria abandona definitivamente su labor informativa. No obstante, seguirá alzada en la red como una gaveta y archivo de consulta. Quizá aquí sigan encontrando material que les sirva para esta inmensa labor pedagógica, para esta batalla decisiva. La vida sigue y, aunque sean nuevos montes los seguiremos repoblando. 

 A todos nuestras lectoras/es GRACIAS

'Canarias es la única patria de los canarios.'

15/2/15

Godemos y Canarias

Sí, claro...
Nación Canaria. A nadie se le escapa que la irrupción de la figura de Pablo Iglesias y el partido ‘Podemos’ es una de las incidencias políticas más destacadas de la historia reciente del Estado Español. La dura crisis capitalista que padecemos, especialmente el Estado y más aún nuestro país, va acompañada de políticas ultra neoliberales y una evidente generalización de la corrupción a todos los niveles ha mostrado la cara más cruel del régimen borbónico. Son los herederos de Franco los que cortan el bacalao en España y en Canarias, lo que explica más bien todo.

Esta política también ha revelado una vuelta a españolismo tradicional que ya ni se molesta en disimular las rancias mañas del colonialismo más añejo. Y esto, al contrario de los mitos que pregona discurso dependentista en Canarias, tiene en primer lugar un coste económico que paga la inmensa mayoría de la sociedad canaria. Por ejemplo, no es casual que la comunidad autónoma peor financiada del Estado sea Canarias, con el agravante de presentar los peores indicadores sociales. Este saqueo económico que ha afectado de manera grave los servicios sociales más elementales, hay que sumarle no sólo la imposición de los designios de Madrid, sino además las reiteradas faltas de respeto al Gobierno de Canarias y la prohibición de que el pueblo canario expresara su voluntad. Quizás sea el conflicto Canarias – España en torno a las prospecciones petrolíferas donde el trato colonial ha quedado más en evidencia, pero también existen otros ámbitos como el de la privatización de los aeropuertos canarios (Aena).


"Podemos  aúna las esperanzas de la clases populares y media canaria, a pesar de que los problemas que afectan a la sociedad canaria apenas han sido abordados por este partido político."

Pero lo cierto es que a día de hoy Podemos es  la fuerza política española que aúna no sólo las esperanzas de la clases populares y media española para reformar el régimen español actual, sino también de Canarias, donde ocurre excatamente lo mismo. Todo ello a pesar de que los principales problemas que afectan a la sociedad canaria apenas han sido abordados por este partido político.

Colonialismo y Podemos
 
Miguel Montero, dirigente de Podemos en
Las Palmas miembro durante años del
PSOE destacó por su anti-nacionalismo
canario en el movimiento estudiantil canario.
Cuando Pablo Iglesias visitó Canarias reconoció no tener muchos conocimientos sobre nuestro país. Al informarse sobre los escandalosos indicadores sociales lo achacó a una sola causa: la ’corrupción de la casta’, por supuesto, igual que en el ‘resto de España’. Pero lo grave es que la inmensa mayoría de los canarios también presentan un nivel de desconocimiento aproximado señalando los mismos síntomas obviando la realidad propia del Archipiélago sin más.

Por supuesto, la corrupción es una realidad profundamente arraigada en Canarias como en gran parte de las instituciones del Estado, pero no es menos cierto que existen otras causas de la situación social que padece Canarias. Un panorama desolador  que aunque no guste tiene mucho que ver con la dependencia, con la carencia de poder de decisión.

"La corrupción es una realidad en Canarias como en el Estado, pero  existen otras causas de la situación social que padece Canarias que, aunque no guste, tiene mucho que ver con la dependencia."


Las condiciones históricas, un sistema electoral profundamente antidemocrático, el arraigo del caciquismo, las políticas expoliadores de los gobiernos de Madrid con las Islas es una realidad económica que está ahí y que no se puede obviar para explicar la lamentable situación de desigualdad y pobreza de nuestro país.

Entendemos que aunque Podemos es respetable en España, no es un proyecto político válido para Canarias. No es un proyecto que solucionará nuestros problemas. Son los propios ciudadanos canarios los más indicados para resolverlos sin necesidad de la tutela hispana. Esperar a que nos saquen las castañas del fuego desde el extranjero es no sólo un sucursalismo irresponsable, sino que evidencia un desconocimiento sobre las características específicas de la política canaria.


"Podemos no es un proyecto político válido para Canarias. No solucionará nuestros problemas. Son los ciudadanos canarios los más indicados para ello sin necesidad de la tutela hispana."

En Canarias también podemos


Máxime cuando en Canarias existen fuerzas políticas que no son sucursales impostadas sino fuerzas e ideas propias, nacidas y creadas en el seno de la sociedad canaria. Fuerzas como ANC (Alternativa Nacionalista Canaria), Alternativa Ciudadana 25 de Mayo en Lanzarote, Iniciativa Por la Orotava o Sí Se Puede en la isla de Tenerife se merecen nuestro respeto. Fuerzas que hace años trabajan día a día por solucionar los problemas que realmente afectan a la sociedad canario en un terrero tremendamente injusto: el sistema electoral canario.

"En Canarias existen fuerzas políticas que no son sucursales impostadas sino fuerzas e ideas propias, nacidas y creadas en el seno de la sociedad canaria." 

Podemos no es nuestro proyecto. Los nacionalistas de izquierdas deberíamos tener más que claro a estas alturas que los sucursalismos nunca solucionarán Canarias, nunca construirán un país nuestro, nunca nos regalarán nada. Es fundamental que el pueblo canario ejerza sus derechos y tome el protagonismo de su realidad y en la construcción de una revolución autocentrada. La brega que ponga los cimientos de un país canario libre, pero con nuestras propias manos. No es un capricho, es una responsabilidad.

10/2/15

Álzate (Achicatnas)



Achicatnas, el grupo de rap conformado por jóvenes raperos de varias islas (Gran Canaria, Tenerife, La Gomera y La Palma) presentan su nuevo video clip enmarcado en un discurso de toma de conciencia y llamando a la implicación y compromiso en la lucha por una Canarias libre.

Canarias como Aland


Iván Suomi. Tamaimos. Si algo bueno ha tenido el conflicto de Canarias con Repsol, ha sido precisamente poner a la vista de todos que los intereses de Canarias y de España son a menudo incompatibles. Y que en caso de incompatibilidad, España impone los suyos sin miramientos por encima de los nuestros, por legítimos que sean. El atropello ha sido tan mayúsculo, tan descarado, que mucha gente terminó llamándolo por su nombre, trato colonial, rompiendo así uno de los grandes tabúes que todavía persisten sobre el encaje de Canarias en el Estado, y ya de paso poniendo muy nerviosos a más de cuatro en Madrid. Todo lo cual ha venido a coincidir oportunamente con otro debate que venía de más atrás y que gira en torno al concepto de soberanía.

 "Si algo bueno ha tenido el conflicto de Canarias con Repsol, ha sido precisamente poner a la vista de todos que los intereses de Canarias y de España son a menudo incompatibles."

Hablar de soberanía tiene la indudable ventaja de bajar el balón al piso, de ponerle una cara reconocible por todos al desastre que supone no poder decidir nosotros nuestro propio modo de vida. Hoy se habla cada vez más de soberanía alimentaria: si importas todos tus alimentos, pones tu supervivencia en manos de terceros con intereses ajenos, incluso contrapuestos a los tuyos. También de soberanía energética: si dependes del exterior para dotarte de energía, tu desarrollo queda a merced de terceros con intereses igualmente ajenos o contrapuestos a los tuyos. Son argumentos que cualquiera puede comprender, que están por encima de disquisiciones políticas o partidarias, y que además gozan de reconocimiento exterior, ese bálsamo tan buscado siempre en las Islas. La soberanía, sin embargo, va mucho más allá y entra de lleno en la capacidad efectiva de decidir. 

Simplificando mucho, podríamos resumirla en la frase “Aquí vivimos, aquí decidimos”, para lo cual hace falta un marco político que contemple y refrende esa capacidad decisoria. Justo lo que no permite el marco político español, y con esto cerramos el círculo y volvemos al primer párrafo de este escrito. 

Encuentro que el debate más político en torno a la soberanía en Canarias está con frecuencia constreñido por el marco de relaciones español; se incide mucho en las concomitancias que pueda haber dentro del Estado con realidades absolutamente alejadas de la nuestra, mientras se descuida la mirada exterior, que encontraría modelos quizá geográficamente distantes, pero más interesantes y enriquecedores para nosotros. Uno de esos modelos es el de las Islas Aland

El archipiélago de Aland es una provincia autónoma integrada en la República de Finlandia. Situado entre Finlandia y Suecia, cuenta con un nivel de autogobierno profundo en el que no entraré en detalle, aunque sí invito a los políticos, sociólogos, periodistas, intelectuales, estudiosos canarios a familiarizarse con él. Encontrarán elementos de contacto con Canarias de lo más jugosos. Como por ejemplo el hecho de que sea zona estrictamente desmilitarizada desde inicios del siglo XX, en un Estado en el que el servicio militar sigue hoy siendo obligatorio (los naturales de Aland están exentos) y que tuvo dos contiendas con la extinta URSS. Tras aquellas dos guerras aún confirmaron la desmilitarización de Aland. Resulta inevitable acordarse del rechazo canario a la OTAN en referendum que España no respetó (vuelta al primer párrafo), o de la reivindicación de neutralidad para Canarias que viene defendiendo buena parte de la izquierda canarista tiempo ha, reivindicación que no pocas veces ha sido objeto de burla por “utópica”, cuando en Aland es realidad hace cerca de 100 años. 

Aland impone condiciones estrictas a la adquisición de bienes inmuebles y al establecimiento de empresas, privilegios reservados a quienes tengan derecho de domicilio: los nacidos en Aland cuando uno de los padres ya ostente el derecho de domicilio, y los finlandeses continentales que hayan residido cinco años y conozcan la lengua del país (el sueco). El objetivo es el de “garantizar que el control del territorio y las empresas queda en manos de la población local”, sin que por ello nadie califique a Finlandia, miembro de la UE, de régimen comunista ni anticapitalista ni contrario a la economía de mercado. Ni xenófobo o discriminatorio, lindezas que sacan siempre los mismos a pasear cada vez que alguien plantea la necesidad de regular la residencia en Canarias. 

"Aland impone condiciones estrictas a la adquisición de bienes inmuebles y al establecimiento de empresas y es miembro pleno de la UE."

En Aland sólo pueden votar y presentarse al parlamento autónomo quienes tengan derecho de domicilio. ¿Se imaginan regular en Canarias la compra de terrenos, el establecimiento de empresas, la participación electoral de modo que se privilegie a los nacidos en el país? Pues esa es la realidad en un miembro de pleno derecho de la UE. 

La Ley de Residencia es una histórica reivindicación de la sociedad canaria
que han desprestigiado intentando relacionarla con planteamientos xenófobos. 

También dispone Aland de un régimen fiscal diferenciado reconocido por la UE y que le permite vender productos libres de impuestos, lo que genera una actividad comercial muy rentable. Imposible no acordarse de otras épocas con mayores libertades comerciales en Canarias. Además, antes de formalizar su posición oficial ante la UE, el Estado finlandés debe consensuarla por ley con Aland en todos aquellos temas que sean competencia del Gobierno Provincial o revistan importancia para el archipiélago. De hecho, en la sede de la representación permanente de Finlandia ante la UE ondean tres banderas: la comunitaria, la finlandesa y la de Aland. 

Aquí vivimos, aquí decidimos”. Soberanía. Es lo que ofrece a sus territorios diferenciados un estado moderno en el siglo XXI en beneficio mutuo, una realidad palpable y tangible que deja mal parada la “marca España”; que desmiente el discurso españolero del inmovilismo, la centralización, la supuesta “igualdad” de todos los españoles, que ni son ni pueden ser iguales, o directamente la explotación sin tapujos. Ver últimos episodios: prospecciones y privatización de Aena

Conviene por tanto mirar más allá de los Pirineos y tomar contacto con lugares como Aland, que muestran lo alto que puede colocarse el listón de la soberanía. Nuestras reivindicaciones no pueden quedar un milímetro por debajo. Otra cosa son excusas de mal pagador.

7/2/15

Adaptando Podemos a Canarias: la canariedad a debate


Borja Rubio. Tamaimos. La llegada de Podemos al escenario político ha aportado, entre otras muchas cosas, la posibilidad de acabar con el discurso machacón y repetitivo de la Transición y reescribir así nuevos relatos desmitificando los cimientos sobre los que se basaron las élites, en gran medida salientes de la dictadura, para erigir este sistema eminentemente injusto.

También ha permitido disputar conceptos que se tenían anclados en el imaginario colectivo, pero cuyo desgaste era y es más que evidente, y cuya máxima representación es la grieta existente entre ciudadanía e instituciones. 

 "En Canarias también es necesario este trabajo pedagógico y renovador, que a su vez devuelva la ilusión a un pueblo ávido de planteamientos más cercanos, centrados y verosímiles."



Reescribir el discurso

 En las Islas Canarias también es necesario este trabajo pedagógico y renovador, que a su vez devuelva la ilusión a un pueblo ávido de planteamientos más cercanos, centrados y verosímiles. Nuestra historia, sin embargo, por lo menos en lo referente al discurso sobre el que se funda nuestra estructura social actual, no es derivada única y exclusivamente de la Transición Española o el Régimen del 78. 

A poco que escarbemos nos daremos cuenta de que existe en esta tierra un trasfondo ineludible que se remonta tiempo atrás, y cuyos lastres avanzan a través de los años tomando diferentes formas pero con un sustrato ideológico similar. Estos nos llegan hoy como parte de un relato aprendido pero que está en descomposición. Ejemplos de las materializaciones de este relato son el régimen económico y fiscal de las Islas Canarias, nuestro estatus de importadores, el pleito insular, o en el plano más psicosocial ese complejo histórico que se manifiesta desde elementos tan diversos como el habla o la dificultad al ubicarnos geográficamente. 

¿ Es por tanto el Régimen del 78 el discurso a reescribir en las Islas Canarias? Es evidente que no, por lo menos no el único; forma parte también de lo que hoy somos, pero su incidencia no ocupa todo el espectro del discurso dominante en este pueblo, cuya realidad es vertebrada por numerosos ejes, que van desde por ejemplo nuestra relación histórica interinsular ( la centralización, las deficitarias conexiones entre islas…) hasta nuestra casi inalterable realidad y poca repercusión a los hechos que acaecían en el resto del Estado, que con seguridad aparecen de forma tangencial en el análisis estatal de Podemos (me refiero entre otros a 2ª República, Guerra…) pero que aquí no serían aplicables a una lectura centrada en el archipiélago, o por lo menos, no con tanta determinación. 

No debemos obviar que, entre otras muchas cosas, somos un lugar donde el nivel de vida y las relaciones de poder han permanecido casi inalterables hasta hace medio siglo e incluso algunas de nuestras instituciones más preeminentes como los Cabildos son previos a cualquier atisbo de hecho democratizador y siquiera integrador del territorio canario con el Estado. 

Redefinir canariedad 

"Cualquier observador objetivo descubriría que en nuestro territorio el mayor de los significantes vacíos, huérfanos, donde trabajar e incidir es la canariedad."


Este nuevo tiempo que se avecina, y que ya está transformando la política supone también la posibilidad de disputar conceptos. Los cambios, las crisis…redefinen nuestra idea acerca de las cosas, y es en ese terreno donde nuestra acción debe ser incesable. Conceptos como la libertad, democracia, sentido común, participación, ideologías, etc… ya están siendo trabajados y disputados, y nosotros aquí debemos encaminarnos en esa línea ahondando en aquellas contradicciones que se dan en las élites que buscan perpetuarse en el poder isleño. 

Habla Podemos, a través de la teoría del argentino Ernesto Laclau de significantes vacíos, y de la construcción del sujeto político del cambio frente a un enemigo también a construir (la ciudadanía contra la casta por ejemplo). Desde ese paradigma, cualquier observador objetivo descubriría que en nuestro territorio el mayor de los significantes vacíos, huérfanos, donde trabajar e incidir es la canariedad

Un sentimiento prepolítico muy presente en nuestra concepción como comunidad humana y cuyo afloramiento lo vemos en las encuestas del CIS sobre identificación, en la presencia de enseñas canarias en las luchas medioambientales, o en el hecho nada desdeñable de que las élites con presencia histórica en las islas hayan mutado en gran medida hacia actitudes canaristas, siendo conocedores de la amplia acogida popular que tiene “ser canario.” 

"Sentirse canario es más una concepción primitiva, no construida políticamente pero que nos atraviesa socialmente."


Es a simple vista inconcebible como en sentimiento de identificación con nuestra tierra, el Archipiélago Canario pueda “competir” en casi igualdad de condiciones con territorios donde existen movimientos nacionalistas consolidados y burguesías que llevan muchas décadas fomentando la politización de los sentimientos ciudadanos de pertenencia. Precisamente, todo lo contrario a lo que aquí sucede, donde sentirse canario es más una concepción primitiva, no construida políticamente pero que nos atraviesa socialmente. 

Un significante latente, cuya vehiculación para el cambio social debe trabajarse, ya que a nadie que tenga la ambición de llevar a cabo un proyecto de mayorías sociales para ganar, se le ocurriría obviar un concepto tan reconocible y presente, pero al mismo tiempo tan alejado de la arena política. 

Construir el sujeto

 "Si realmente lo que queremos es colocarnos en el centro del tablero político y hacer un proyecto de mayorías para transformar Canarias construyendo una nueva hegemonía este deberá pasar necesariamente por disputar la canariedad."


En sinergia con la disputa de la conceptualización del “ser canario,” se habilita la creación del sujeto político motor del cambio, quizás no de forma definitiva pero sí que enraíza con un delimitación como colectivo, que más que opcional es necesaria. 

La lucha de los de “arriba contra los de abajo” se hace complicada en un pueblo fragmentado y ruralizado ( salvando algunas capitales y ciudades), donde los de arriba y los de abajo conviven, y las redes clientelares en gran medida familiares, amortiguan el estallido social, al tiempo que actúan de base de manteamiento de los núcleos de poder. 

Vamos por tanto hacia la necesidad de hacer de la canariedad un escenario de disputa, politizando los sentimientos, frente a un enemigo que es común en todos los sistemas capitalistas, pero que también aquí tiene sus particularidades. 

Para acabar y evitar equívocos, estoy convencido que, paradójicamente, sí que es posible hacer un proyecto político medianamente exitoso ( en términos electorales) en las Islas Canarias, obviando el concepto de canariedad y poniendo la vela en la dirección de los vientos que soplan desde Madrid; de hecho, es lo que han realizado de formas dispares e idéntica suerte los trillizos CC-PP-PSOE.

 Pero no me cabe duda que si realmente lo que queremos, y a lo que aspiramos, es a colocarnos en el centro del tablero político en esta tierra y hacer un proyecto de mayorías sociales para transformar las Islas Canarias construyendo una nueva hegemonía, entonces este deberá pasar necesariamente por disputar la canariedad, reescribiendo desde ahí los múltiples relatos que se nos superponen cronológicamente hasta nuestros días, y entroncar por tanto, el cambio político con el significante latente más presente en este pueblo, construyendo el sujeto del cambio.

1/12/14

30/11/14

Canarias: ¿qué tipo de colonia?


Tomás J. López. Tamaimos. A cuentas de la imposición de las prospecciones de petróleo en nuestras aguas ha cobrado auge el viejo debate sobre el trato colonial que España dispensa a Canarias. “Nos tratan como a una colonia”, repiten muchos, empezando por el presidente Rivero. “Es que somos una colonia”, responden otros, los menos, casi siempre desde sectores independentistas. 

El debate sobre si Canarias es o no una colonia debería, creo, estar superado. Si usted ve algo con forma de mesa, que se emplea a modo de mesa, fabricado con materiales propios de una mesa, lo más probable es que lo sea. 

 Desde el punto de vista semántico, Canarias se adapta a la perfección a la definición que, en su tercera acepción, da la RAE para el término “colonia”: “Territorio fuera de la nación que lo hizo suyo, y ordinariamente regido por leyes especiales“. Llámese REF, trato diferenciado de Región Ultraperiférica o como quieran. Desde el punto de vista histórico, además, Canarias es un territorio que sufrió un proceso de conquista y colonización en el siglo XV, como narra cualquier manual. Como quiera que no ha habido un proceso de descolonización, lo que resulta es una colonia. 


 Ahora bien, lo que sí me parece interesante es dilucidar qué tipo de colonia somos y hacia cuál vamos. Me explico: una colonia fue, por ejemplo, el Congo Belga, considerada posesión personal del rey Leopoldo II, donde los europeos arrasaban por el caucho y el marfil, donde se intercambiaban mujeres y niños por materias primas, se amputaban las extremidades de los nativos con enorme facilidad, estaba extendido el uso de la ‘chicotte’ y se calcula el exterminio de unos 10 millones de personas. Pero también es una colonia el actual Gibraltar, con sus ventajas fiscales, su amplio autogobierno, su alto nivel de desarrollo económico y, quizás por ello, con una población que prefiere mayoritariamente seguir siendo británica. Más allá del ideal anticolonial que muchos compartimos debemos convenir que las condiciones materiales y morales de vida son decisivas al tratar estas cuestiones. 

Las características ambientales y geológicas de las islas Canarias hicieron que, desde aquella conquista y colonización de siglo XV, este Archipiélago tuviese mayor valor geoestratégico que por lo que aquí se extrajese o produjese. Por nuestro origen volcánico y reciente, no tuvimos la desgracia -obviamente, desgracia- de naciones conquistadas poco después, como México o el Perú, que, por sus abundantes minerales preciosos, fueron sistemáticamente saqueadas por el aparato colonial y sus poblaciones nativas explotadas de modo masivo mediante trabajos forzados y penosos. 

 Pero tampoco convenía a la metrópoli dejar a estas islas “de la mano de Dios”, desatendidas hasta su posible despoblamiento, como ocurría con amplias regiones de América, porque todas las potencias de todas las épocas habrían estado deseosas de ocupar un archipiélago casi en pleno centro del océano que atraviesa el mundo, en medio de las rutas trasatlánticas.

 Supongo que esa es una de las principales circunstancias que motivaron la articulación de un colonialismo propio para Canarias, que ha permitido que, siendo una de las primeras colonias del mundo, hoy seamos de las pocas últimas. La libertad de comercio con América o la aduanera de los puertos francos son algunas evidencias de ese “pactismo” histórico entre España con, no tanto las islas, sino sus élites económicas, a las que la metrópoli, estratégicamente, ha tratado de mimar. 

 Ahora bien, nos encontramos con que en pleno siglo XXI se intenta colocar en las islas una industria extractiva de hidrocarburos, como la que planean Repsol y el Gobierno español, con la oposición mayoritaria de la sociedad y las instituciones canarias. Esto no hace que empecemos a ser una colonia. Pero sí que se intenta cambiar, unilateralmente, la relación colonial que, mejor o peor, ha mantenido vinculado a este archipiélago respecto a su metrópoli. Quieren que nos convirtamos en una colonia de expolio de materias primas, pura y duramente. Que una multinacional machaque nuestro fondo marino, extraiga un recurso valiosísimo en términos económicos y no deje nada en el país, más allá de los bocadillos que puedan encargar sus operarios. Quieren hacerlo sin permitir que la población autóctona sea consultada, sin que su opinión sea tenida en cuenta. Y, quizás lo más grave, están decididos a hacerlo poniendo en riesgo nuestro modo de vida, nuestro medio ambiente y nuestra subsistencia, que depende del agua de mar desalada. Quieren implantar el peor de los colonialismos. 

 Realmente, el independentismo canario no es hoy por hoy un problema para España, pero es seguro que este cambio radical, impuesto y altanero del vínculo colonial traerá consecuencias graves para la relación de nuestro país con aquel Estado. Tampoco era un problema muy importante el independentismo catalán hace apenas 6 años, y miren cómo están las cosas. Y comparado con la imposición y el peligro que supone la extracción de petróleo en nuestras islas, lo del ‘Estatut’ queda reducido a una tarde en el SPA. 

Esto mismo ya pasó en Escocia, donde la aparición del petróleo y el posterior grito de “el petróleo es de los escoceses” espoleó al independentismo de ese territorio respecto al Reino Unido. Y no está más cerca Londres de Edimburgo que Madrid de Tuineje. Además, de haber petróleo, se caería a trozos uno de los falsos pero utilísimos mitos que afianzan al españolismo en Canarias: la idea incierta pero extendida de que España nos mantiene.¿Podría continuar ese espejismo si hubiese aquí petróleo para abastecer a 4 millones de personas -el doble de la población canaria-, como dice Soria, y nos obligaran a extraerlo? 

Siempre habrá quien piense que nos mantendremos fieles a España por motivos sentimentales. Pero como hemos dicho, las condiciones materiales y no los sentimientos son las que suelen marcar este tipo de procesos. Y si de sentimiento se trata, en Canarias tenemos el menor espíritu de pertenencia a España del Estado, tras Euskal Herria y Cataluña, según el CIS español. 

 Pasa que los niveles de corrupción y rebenquismo de quienes nos gobiernan les impiden observar incluso el devenir histórico de nuestro pueblo. Van los peperos defendiendo las prospecciones al mismo tiempo que la españolidad de Canarias, cuando su trabajo a favor de una multinacional terminará teniendo las consecuencias contrarias, especialmente de encontrarse petróleo. Quién sabe. Si no fuese por lo impresentable del individuo, podríamos terminar erigiendo a Soria como prócer de la Patria.

27/10/14

No es nacionalismo


Vicente Llorca. Por definición, todo movimiento nacionalista, si lo es realmente, persigue la obtención de la soberanía nacional. Otra cosa son los tiempos, que la coyuntura aconseje vías intermedias, en el interín, o tácticas que pasen por pactos que conlleven la cesión de esa soberanía en según qué apartados y en función de los intereses y correlación de fuerzas del momento. Todo muy legítimo; pero, vuelvo al principio, por definición, la pretensión última de los nacionalistas es la consecución de la soberanía nacional, completa, ni siquiera compartida. 

"La indefinición es lo que define a esta organización, cuya razón de ser ha sido la perpetuación en el poder y que hábilmente supo autoproclamarse nacionalista, no regionalista ni autonomista, a la vista del tirón electoral que ello le reportaba."

 Por eso, resulta llamativo comprobar el escándalo que se desata en algunos, amplios, sectores de Coalición Canaria cada vez que se menta la palabra soberanía. Como si de una bicha se tratase, raudos se apuran a puntualizar que la pretensión que les guía es alcanzar las máximas cotas de autogobierno. Claro que nunca van más allá y no explican cuáles son esas máximas cotas. 

Conferencia Política de CC. Foto: José Carlos Guerra
 Hoy Coalición Canaria celebrará una conferencia política, una más, en la que se pretende definir la estrategia a seguir en los próximos veinte años. 21 años después de su formación, 21 años después de hacerse con el poder en la Comunidad Autónoma, lo que demuestra bien a las claras que la indefinición es lo que define a esta organización, cuya razón de ser ha sido la perpetuación en el poder y que hábilmente supo autoproclamarse nacionalista, no regionalista ni autonomista, a la vista del tirón electoral que ello le reportaba, sabedora de que sólo pervive quien gana y si no puede ganar sola, cosa que no ha logrado, no le importa aliarse con cualquier fuerza política que se cruce en el camino. 

 Es decir, si ha habido una estrategia ésta ha sido la oportunista, utilitarista e instrumentalista que se ha hecho de la identidad nacional, que es la que, volvemos al inicio, ha de guiar a todo movimiento nacionalista. Ahí está como ejemplo grotesco de ello que el fomento de la cultura nacional lo han reducido al folklore y costumbres para consumo de las clases medias urbanas. Y dicho sea esto para los que se sonrojan cuando oyen el término soberanía y, también, para los que ahora, a última hora, lo mentan, en la medida en que, hasta hoy, lo que se ha hecho ha sido atender lo inmediato, consintiendo que lo urgente eclipsase lo importante, sin hacer esfuerzo alguno en concretar un proyecto en clave de futuro. 

 Han sabido, muy hábilmente, valerse de la aritmética parlamentaria y soportarse sobre un lustroso cartel con gancho, pero no han tenido en cuenta que el culto a la aritmética de los escaños tarde o temprano genera contradicciones y han olvidado que para lograr votos también hay que llevar ideas a todos los rincones de las Islas. Por eso, aunque el pegamento del poder logre alivios y prórrogas constantes, no ha de extrañar, que Coalición viva en permanente colisión, en la medida en que no hay estrategia básica. 

Pero, ocurre que a estas alturas la ciudadanía ya ha dejado claro que lo que reclama son propuestas articuladas bien alejadas de los mercachifleos y las deslealtades.

21/10/14

50 aniversario de la bandera de todos

Es un símbolo de una lucha centenaria. Sus estrellas existen desde hace más de un siglo en la bandera del Ateneo de Aguere rebrotando en 1964 imbuidas de verde esperanza. Tras medio siglo no sólo no han podido erradicarla, sino que ya no es la bandera de un proyecto político determinado, sino la de todo un pueblo, el signo de una identidad nacional. 

 El 22 de octubre es el aniversario de algo más que una bandera, lo es de un hito de nuestra historia: el resurgimiento del nacionalismo canario en 1964 por impulso del MPAIAC. Se trata de la última etapa de lucha por seguir existiendo como pueblo y que aún continúa. Por un lado, los colores de manifiestan nuestra inequívoca identidad nacional. Las siete estrellas, quizás mañana ocho, en plena igualdad reflejan mediante la síntesis gráfica una idea proscrita aún hoy; la igualdad y libertad de las Islas Canarias. 

 Hoy es un día especial, el cumpleaños de nuestro principal símbolo de identidad como pueblo: nuestra bandera nacional, para nosotros, los canarios, la más bella del mundo.

"Aquí vivimos, aquí decidimos"

23/9/14

Desde las Salvajes contra el petróleo y por la independencia del país


Militantes de ANC exigen desde Salvajes a Portugal y la UE que no anteponga los intereses de Repsol a los del medio ambiente. 

 Las Islas Salvajes son un conjunto de islotes pertenecientes en la actualidad a Portugal a pesar de encontrarse mucho más cerca de Tenerife que de Madeira. Profundamente vinculadas a la historia de Canarias, fueron ocupadas de manera ilegal por Portugal, que además reclama en la actualidad trazar una mediana desde dichos islotes con Canarias. Esta ocupación lusa se justificó con la necesidad de una protección medioambiental que curiosamente contrasta con el silencio de dicho país al respecto de las prospecciones petrolíferas en nuestro país que, igualmente, afectarían a Salvajes. 


 Este lugar especialmente simbólico en relación con la cuestión de la soberanía de Canarias, fue elegido por los militantes independentistas canarios para protestar contra las prospecciones petrolíferas. Tras 16 horas de travesía en barco, los activistas isleños ondearon la bandera canaria y desplegaron la pancarta en el islote de Pitón Grande o Salvaje pequeña, un islote integrante de Las Salvajes. Ante esto la Armada portuguesa afirmará que serán expulsados en las próximas horas, todo ello unido a la alarma en los medios de comunicación portugueses que se han hecho eco del tema. 

 Los miembros de ANC declararon a los medios que quieren con esta acción que “Portugal y Europa tomen consciencia y actúen en consecuencia.” Por tanto a Portugal a mediar “en el Parlamento Europeo para que no se comprometa la frágil y exclusiva biodiversidad macaronésica, ante la actitud esclava del gobierno español, plegado completamente a los intereses de Repsol.” En el mismo comunicado afirman que “sin temor a equivocarnos que, si Canarias tuviese poder sobre su Zona Económica Exclusiva, si fuésemos un País independiente, no permitiríamos actuar a ninguna petrolera dentro de nuestro dominio marítimo.” Por último los canarios pretenden “evidenciar ante el mundo la injusticia por la que pasamos todos los habitantes del archipiélago, obligados por la administración española a soportar las acciones de las multinacionales petroleras contra la voluntad expresada por el pueblo canario”. 


 Por otro lado, Intersindical Canaria entiende que “esta valiente acción tomada por los miembros de ANC, integrada en la Coordinadora Canaria contra las Prospecciones, es de enorme valía, puesto que demuestra que la oposición a los sondeos implica, necesariamente, además de una lucha medioambiental, un debate sobre la soberanía y el derecho a decidir del pueblo canario sobre sus recursos y su futuro. Es por ello que apoyamos esta acción y nos solidarizamos con los compañeros y compañeras que la están llevando a cabo”.

Bonifacio: amor a Canarias

La heroica y desconocida vida del militante del MPAIAC Bonifacio Santos Herrera no debe ser olvidada. Obligado a exiliarse en Francia y posteriormente en Estados Unidos donde murió asesinado. Gracias al artista francés Féloche quedará inmortalizado en la música.


Josema González. El Majado.  La historia es bella, verdaderamente hermosa. De dinamitero de bancos a su olvidado nombre regresar a nosotros en una canción para recobrarnos memoria, para dejar de olvidar…. Bonifacio. Bonifacio Santos Herrera. 

 Bonifacio, conocido por “Manolo el gomero”, había nacido en La Gomera, en Las Rosas de Agulo, pero vivía en el Puertito de Güímar, en Tenerife, donde siendo un pibito aún se casa y va teniendo hijos… Bonifacio se gana la vida como paredero, es un hombre tranquilo y trabajador, amante de su país y, queriéndolo ver libre de España, se integra en el MPAIAC. Eran los convulsos y emocionantes años 70 del siglo XX, donde todo parecía posible, todas las utopías realizables tras el cabrón de Franco, por fin, morirse. A Bonifacio lo trancaron por poner un petardo en el Banco Bilbao, el que hoy es el poderoso BBVA, y por hacer ruido con otro en un supermercado; todo eso en el sur de Tenerife. Bonifacio estuvo detenido unos meses y, en cuanto pudo, antes de tener que comerse años de trullo, salió por patas y se refugió en Francia. Allí se enrolló con la madre de Féloche y los tres convivieron durante siete años en Clichy, un suburbio parisino. Féloche lo considera como un padre, alguien fundamental en su vida al que le sigue profesando un inmenso cariño. Bonifacio le hizo amar una isla que se hizo mítica en su infantil imaginación. Bonifacio enseñó a Féloche a silbar y la lucha canaria, le habló del monte y los barrancos, de los pájaros, del gofio y del potaje de berros, del mojo picón… Cuando tenía 11 años, Féloche visitó La Gomera y convivió con los familiares de Bonifacio en un verano que permanece imborrable. La isla mítica se hizo cierta y Féloche la vivió… 
Féloche en La Gomera

 Pero el Estado español no dejó de perseguir a Bonifacio y ante el riesgo de detención se embarcó a EE.UU. Allí en una ocasión lo visitó Féloche… En 2010, A Bonifacio lo matan en Nueva York unas personas a las que él había acogido en su casa… 

 Féloche no lo olvida, ni a La Gomera tampoco. Bonifacio se funde con La Gomera en la canción Silbo que se convierte en un éxito en Francia en la voz de Féloche… 

 Y la canción llega al CEO de Hermigua y la historia se desenreda a través del trabajo escolar e internet: Bonifacio es Manolo el gomero, independentista dinamitero, exiliado forzoso capaz de transmitir el amor que siente por su tierra a un niño francés. Y Féloche adoptó a Bonifacio y a La Gomera. Y ahora Féloche vuelve otra vez a La Gomera, devolviéndonos orgulloso a Bonifacio, devolviéndonos a su héroe, al padre que él adoptó. En los tiempos en que abiertamente ya decimos que los máximos ladrones se llaman bancos, Bonifacio regresa para quedarse con nosotros. Siéntanlo: Manolo el gomero es todo amor, es canción, es silbo, barranco, pájaro y patria. Y para los bancos, dinamita.




23/8/14

El País: editoriales coloniales al servicio del poder


Josemi Martín. Tamaimos. La tesis de que “ante intereses contrapuestos de España y Canarias, España siempre apostará por los suyos propios” aparece bien documentada en el fantástico ensayo Entender Canarias, del periodista grancanario José Agustín Alemán. Muchos son los ejemplos históricos que allí se citan para apoyar la citada tesis. Uno especialmente relevante, a mi juicio, es el que trajo como consecuencia la retirada de la flota pesquera canaria del banco canario-sahariano. Adolfo Suárez impuso los intereses nacionales -o sea, los intereses nacionales españoles- y hoy somos extranjeros en nuestras propias aguas.

Quienes todavía lean El País podrán encontrar otro ejemplo jugoso de esto que les digo en el editorial del domingo, 16 de agosto de 2014, titulada “Sondeos justificados”. Uno no espera de la prensa, de los medios de comunicación, objetividad y afán por conocer y divulgar la verdad, todo sea dicho. Ésos son ejercicios que los buenos periodistas ejercen a pesar de los consejos de administración de sus respectivas empresas y los capataces que enseñorean por las redacciones y estudios. Sin embargo, la desvergüenza del editorial con que nos obsequia el periódico de cabecera del grupo PRISA supera con creces los límites de lo que venía siendo acostumbrado en la prensa de la metrópoli.


Molesta mucho, según parece, el que el “trato colonial” que El País tilda de “afirmación falsa y demagógica” esté ahora en boca de todos, también del presidente de nuestro Gobierno, contra el que se carga especialmente en esta pieza, olvidando convenientemente que la postura del PSOE canario es idéntica. Denunciar la impresentable jerarquía antidemocrática entre metrópoli y colonia no resulta de buen gusto para según quiénes. Sin embargo, ¿cómo habría que de ser calificada entonces una decisión que ha sido tomada en contra de la práctica totalidad de las instituciones de las islas, su sociedad civil, organismos internacionales del ámbito medioambiental y científico, etc.? No se puede decir que haya sido precisamente un ejemplo de respeto a la voluntad popular. El matiz colonial viene además dado por la escandalosa diferencia de trato que el Gobierno de España da al archipiélago balear frente a las Islas Canarias. Otra vez los intereses contrapuestos entre España y Canarias. ¿Por cuáles va a apostar este gobierno y este ministro que no hace sino presionar a Repsol para que lleve adelante este proyecto de nimio interés para la multinacional? ¿Cómo se puede enmascarar que las mismas razones ambientales o de conveniencia para el sector turístico que se usan para impedir las prospecciones en Baleares, de repente no tienen la más mínima importancia en el caso canario? ¿Por qué se oculta que los sondeos tendrían lugar en aguas que no son de soberanía española? Nada de esto se dice en la editorial deEl País. Pocos silencios resultaron tan reveladores.


Si ese párrafo es tremendamente ilustrativo, no deja de abundar el siguiente en la conveniencia de que España “inventarie” unos improbables recursos -a tenor de lo ocurrido con las exploraciones marroquíes- como si no se supiera que la legislación actual concede automáticamente los derechos de extracción a quien haya realizado los sondeos. Pareciera que Antoni Brufau es el Comandante Jacques Cousteau, movido exclusivamente por conocer las riquezas del medio marino, sin ningún interés crematístico. Se alude de manera tramposa a las dificultades energéticas de España pero ni se menciona, porque no interesa, que ésos no son los problemas de Canarias, que tiene un vastísimo campo de desarrollo en las energías renovables y que no necesita que una multinacional perfore en sus aguas. No son nuestras necesidades ni nuestros problemas. Le deseamos a España la mejor de las suertes a la hora de resolver sus límites en el campo de la energía pero, ¿por qué eso se tiene que hacer a costa nuestra? Dicho de otra manera: los problemas energéticos de España no los va a resolver una multinacional perforando en nuestras aguas y los de Canarias, los resolveremos nosotros tan pronto tengamos la soberanía necesaria para poder hacerlo y cambiar la infame legislación anti-sector renovables del ministro Soria.

Por último, quieren los editorialistas de El País terminar con una nota de sensatez estudiada, aludiendo a la necesidad del diálogo entre Repsol y las autoridades locales. O sea, accionistas de una multinacional tratando de “convencer” a representantes elegidos por las urnas. Ése es el concepto de democracia que defiende por lo visto El País. Así las cosas, es obvio que no podemos juzgar a esta publicación por hacer periodismo sino por mostrarse definitivamente como lo que siempre fue: un panfleto al servicio de los intereses del poder económico allá donde éste se manifieste. Acaso sea esta verdad incontestable, junto con el recurrente desprecio colonial, la mejor enseñanza que los canarios podemos extraer del editorial de El País.

El PP defendiendo el medio ambiente y el turismo de SU PAÍS: